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La naturaleza del trabajo para mujeres en Estados Unidos

El aumento de la participación de las mujeres en la fuerza laboral desde 1950 ha marcado un cambio dramático en la economía estadounidense. En 2014, casi seis de cada diez mujeres de 16 años o más trabajaban fuera del hogar, frente al 33,9% en 1950 y el 43,3% en 1970. Aunque las mujeres representan ahora casi la mitad de la población activa (46,8%), siguen teniendo menos probabilidades de trabajar que los hombres. Además, las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en la mano de obra en muchos sectores y estados.

A lo largo del siglo XX, hubo más mujeres que encontraron empleo en el sector industrial. Por ejemplo, durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, más mujeres entraron en el sector industrial para producir armas, vendas y otros artículos para el esfuerzo bélico. Incluso entonces, las mujeres de todas las clases trabajaban en estas fábricas con salarios comparables a los de los hombres. Sin embargo, en aquella época no se les pagaba por igual. Se les compensaba en base a un salario inicial más bajo.

Desde entonces, la situación de las mujeres ha variado considerablemente. Aunque la participación de las mujeres en la población activa ha aumentado considerablemente, siguen estando infrarrepresentadas en algunos campos. Antes de la Segunda Guerra Mundial, las mujeres ocupaban el 40% de los puestos de trabajo. En 2016, representaban el 43,1% de la población activa. Este aumento global del porcentaje de mujeres en la población activa no explica los cambios drásticos en muchas profesiones. A pesar de que la brecha salarial entre hombres y mujeres está disminuyendo, las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en determinados sectores.

La naturaleza del trabajo para mujeres en Estados Unidos ha cambiado a lo largo de los años. Mientras que las mujeres han aumentado su participación en la fuerza laboral, el número de trabajadores masculinos ha disminuido. De hecho, sólo el 24% de los trabajadores son mujeres. La brecha salarial de género se ha reducido desde 2004, cuando las mujeres ocupaban el 40% de los puestos de trabajo del país. El cambio general en la participación en la fuerza laboral es notable, pero el gran cambio en algunas profesiones ha sido igualmente dramático.

Mientras que el número de puestos de trabajo para mujeres en Estados Unidos ha disminuido desde principios del siglo XX, el número de mujeres en el sector de la sanidad y la educación ha crecido de forma espectacular. De hecho, la proporción de mujeres en estos campos ha aumentado del 62,7% en 1970 al 69,3% en 2016. Esta tendencia sigue presente en la actualidad. La cultura laboral ideal para las mujeres es un factor importante para atraerlas. Por lo tanto, los líderes empresariales deben adoptar estrategias que atraigan y retengan una fuerza de trabajo diversa.

En Estados Unidos, la situación de las mujeres ha mejorado en dos indicadores desde 2004. El salario medio de las mujeres fue de 39.157 en 2013, frente a 38.078 en 2002. Además, la proporción de mujeres empleadas en la mano de obra era del 76,4% en 2013 frente al 77,7% en 2002. La proporción de mujeres en ocupaciones profesionales aumentó del 33,2 al 39,9%. Un mayor número de mujeres con estudios significa más oportunidades para ellas, pero las mujeres siguen teniendo un camino difícil para salir adelante en esta sociedad.

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